EXPATRIO

Estoy esperando siempre tu llegada
noche y día bajo el claro de la luna
estoy invocando tu nombre eternalmente

en el desierto, en la hoguera, en la lejanía.

Te estoy llamando a todas horas

con el corazón aplacando su pena.

si no lo hago yo, lo hace el viento

si no lo hace el viento, grita mi alma.

No se dónde estás, dónde te has ido

¿Quien controla al viento recio?

con tanta libertad en tu mano

no te fue difícil volar sobre el pantano.

Debo pagar el precio estipulado,

debo luchar hasta el último suspiro,

tanto amor a veces no es suficiente

para aceptar la bofetada del desprecio.

Pero debo tener el corazón sosegado

como tú lo tienes a estas horas,

pero no debo sentir el mismo odio

por haberte un día conocido.

Aún mi terco corazón no te olvida,

ciego de amor vive a la deriva,

tratando de admitir que he perdido

el más grande sueño de mi vida.

La locura es una fantasía hilvanada

en la telaraña de mi propia casa;

yo mismo puedo atarlo por la noche

y dejarlo libre en la mañana.

Y para saber si en el nuevo día

pueda volar y surcar el camino

debo demostrar que estoy vivo

aunque tenga el alma destrozada .

No tengas compasión, no llores;

tú sigue la ruta que escogiste,

celébrate y cántate a ti misma,

haz grande fiesta sobre mi cadáver.

De pronto tu decisión querrá vencerte,
pero no vuelvas atrás, sigue el sendero.
mientras que yo en vida muero,
tú celebra victoriosa tu gran sueño.